Isla de Giudecca en Venecia: los mejores lugares para visitar
La isla de Giudecca es uno de los pocos lugares en Venecia que aún conserva su autenticidad y su vida local real. Se puede llegar a ella en solo cinco minutos en vaporetto desde la Plaza de San Marcos (línea 2 desde San Zaccaria hasta la estación de tren), y aquí encontrarás muchos menos turistas que en el resto de la ciudad.
Famosa por sus calles residenciales tranquilas, sus restaurantes familiares, sus astilleros y sus fábricas artesanales, esta isla es un destino que merece la pena visitar durante tu estancia en Venecia.
La historia de la isla de Giudecca
Originalmente llamada «Spina Longa«, debido a su curiosa forma de espina de pez, la isla se extiende majestuosamente frente a su famosa vecina, Venecia. El nombre Giudecca podría derivar de la presencia de un antiguo gueto judío, aunque otra teoría sugiere que proviene del término veneciano «zudegà« (juzgado), en referencia a la práctica de la República de otorgar tierras a familias desterradas de la ciudad que luego eran llamadas de vuelta del exilio. Gracias a la abundancia de jardines y árboles, la Giudecca fue en su día el refugio de la nobleza veneciana durante los meses más cálidos. Sin embargo, tras la caída de la Serenísima, estos encantadores lugares se convirtieron en depósitos militares, barrios obreros y prisiones.
Descubriendo la Giudecca: un recorrido cultural
Una buena idea es alternar la visita de iglesias y museos. Si deseas incluir la isla de San Giorgio Maggiore en tu itinerario, puedes llegar a ella en menos de dos minutos en vaporetto desde Giudecca. Entre las iglesias de la isla, recomendamos visitar la Chiesa del Redentore, construida por el famoso arquitecto Andrea Palladio. En su interior, podrás admirar una de las iglesias más emblemáticas de Venecia, que alberga obras de los célebres pintores Veronese y Palma il Giovane. Durante la Festa del Redentore (julio) y la fiesta religiosa de la Madonna della Salute (noviembre), esta iglesia se conecta con el centro de la ciudad a través de un puente votivo flotante, facilitando el paso de los peregrinos. Después de visitar esta hermosa iglesia, te recomendamos el museo Casa dei Tre Oci, un impresionante edificio neogótico que alberga exposiciones de arte, con especial énfasis en la fotografía. Lo más destacado de este museo es la perspectiva que ofrece de la isla principal, a través de sus tres grandes ventanas con forma de ojo, llamadas «oci« en dialecto veneciano. Desde allí, podrás disfrutar de impresionantes vistas de la Plaza de San Marcos y el Palacio Ducal, una panorámica que no olvidarás.
El lado más exclusivo de Giudecca
Entre las muchas actividades que la isla ofrece, no puedes perderte una visita a la Fábrica de Mariano Fortuny. A finales del siglo XIX, el artista español abrió un pequeño taller en el que trabajaba con materiales refinados y telas preciosas. Sus creaciones, caracterizadas por técnicas innovadoras y una elegancia atemporal, han marcado la historia de la moda y el diseño textil.
El showroom y su magnífico jardín, lleno de flores y plantas que inspiraron muchos de los diseños y decoraciones del artista, están abiertos al público con cita previa. Para más detalles sobre precios y reservas, nuestro equipo de recepción estará encantado de ayudarte.
