La Fiesta de la Madonna della Salute

Noviembre quizás no sea el mejor mes para visitar Venecia, pero es precisamente en este mes, el 21 de noviembre, cuando se celebra la tradicional Fiesta de la Madonna della Salute.

Existen varias festividades que los venecianos celebran con devoción, y esta es sin duda una de ellas, junto con la Festa della Sensa en mayo, la Vogalonga en junio, la Festa del Redentore en julio y la Regata Histórica en septiembre.

Los orígenes de la Fiesta de la Madonna della Salute

Esta festividad es tan importante para los venecianos porque se remonta a un acontecimiento de 1630. Una terrible epidemia de peste, traída a Venecia por el duque de Mantua, donde la enfermedad ya había causado miles de muertes, asoló la ciudad entre 1630 y 1631.

En 1348, Venecia ya había sufrido otra devastadora epidemia, por lo que en 1423 se decidió trasladar a los infectados a la isla de Lazzaretto Vecchio – una de las pequeñas islas de la laguna veneciana – para proteger al resto de la población.

En 1630, el Dogo y el Senado decidieron organizar una procesión en honor a la Virgen María, pidiéndole su intervención para detener la epidemia y salvar la ciudad.

A cambio de su ayuda, prometieron construir una gran iglesia: la Basílica della Salute. Sorprendentemente, pocas semanas después de la procesión, la peste desapareció, y se inició la construcción de la basílica. Según la historia, la iglesia se construyó en el mismo lugar donde había comenzado la infección, en Punta della Dogana, donde vivía un carpintero.

Lamentablemente, no se conoce su nombre completo, solo que era llamado «el carpintero de San Vito». Este carpintero se encontró con el duque de Mantua en la isla San Clemente, donde este debía haber estado en cuarentena. De hecho, el duque debía haber sido llevado a la isla de Lazzaretto Nuovo, pero por un error fatal, fue enviado a San Clemente en su lugar.

Como se puede ver, la peste llegó a Venecia por un simple pero trágico error.

Cómo se celebra hoy la Fiesta de la Madonna della Salute

Cada año, el 21 de noviembre, los venecianos celebran la intervención de la Virgen María y el fin de la peste con una peregrinación a la basílica.

Para facilitar el paso de los peregrinos, se construye un puente flotante sobre el Gran Canal, que conecta la Iglesia de Santa Maria del Giglio con la Basílica della Salute.

A lo largo de la calle que conduce a la Basílica della Salute desde el Museo Peggy Guggenheim – uno de los museos más importantes de Venecia – hay numerosos puestos que venden dulces y deliciosos buñuelos.

Cerca de la iglesia, también hay puestos donde se pueden comprar velas para encender en la basílica.

Es una tradición conmovedora, que sigue viva en el corazón de todos los venecianos. Si desea participar en la procesión y en las celebraciones de la festividad, hágalo con respeto.