De Venecia a Verona en un día: tras los pasos de Romeo y Julieta

La famosa tragedia de amor Romeo y Julieta, escrita por William Shakespeare, tiene sus raíces en Verona. De hecho, muy cerca de la Arena, es posible visitar las casas de los amantes malditos.
La Casa de los Capuleto, más conocida como la Casa de Julieta, es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Desde el patio, donde se encuentra la estatua de bronce de Julieta, puedes acceder al edificio y descubrir una reconstrucción de las típicas residencias nobles del siglo XIV.
No olvides asomarte al famoso balcón y revivir la emoción que sintió Julieta al exclamar:
«¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo?
Reniega de tu padre y rehúsa tu nombre.
O, si no quieres, júrame tu amor
y dejaré de ser una Capuleto.«
A pocos metros de allí se encuentra la Casa de Romeo Montesco. Este edificio medieval no se puede visitar por dentro, pero al lado hay una antigua osteria que ha incorporado algunas de sus salas.
La casa está situada cerca de las Arche Scaligere, un majestuoso complejo funerario gótico de la familia Scaligeri, donde se encuentran las tumbas de esta ilustre dinastía.
De Venecia a Verona en un día: la tradición gastronómica
Después de recorrer la ciudad, lo mejor que puedes hacer es disfrutar de un buen aperitivo en la Piazza delle Erbe.
Esta es la plaza más antigua de Verona y refleja la perfecta armonía entre la historia y la vida cotidiana de sus habitantes. Aquí se celebra el mercado diario, que comenzó en la época de los Scaligeri y sigue activo hasta hoy. Los vendedores, conocidos como pissarotti, ofrecen frutas y verduras, además de souvenirs y productos gastronómicos locales.
En Verona abundan las osterias tradicionales, y te recomendamos probar algunas de sus especialidades locales: Risotto cremoso al Amarone, seguido de brasato de caballo con polenta, y para finalizar, una porción de Torta di Puina, un pastel de ricotta. Para acompañar la comida, te sugerimos probar los famosos vinos veroneses, reconocidos en todo el mundo por su calidad: el blanco Lugana, ideal para cerrar con un toque elegante y el tinto Valpolicella, perfecto para los platos principales.
De Venecia a Verona en un día: la magia de Castelvecchio
Durante siglos, Verona fue un punto estratégico en las rutas comerciales entre el Mediterráneo y el norte de Europa, lo que la convirtió en un objetivo frecuente de invasiones y ataques.
Las primeras fortificaciones de madera fueron reemplazadas por murallas defensivas, convirtiendo el Castelvecchio en una fortaleza clave para la protección de la ciudad.
Si te apasiona la historia medieval, no puedes perderte el Museo Cívico, ubicado dentro de la fortaleza más importante de la dinastía Scaligeri.
Para llegar al castillo, debes cruzar el mágico Puente Scaligero, un puente fortificado que atraviesa el río Adige, el cual divide la ciudad en dos.
El Museo Cívico alberga una vasta colección de esculturas, pinturas y tablillas, que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, con un enfoque especial en el arte veronés.
Verona es un tesoro del que te enamorarás. Esperamos que este artículo te haya dado los mejores consejos para que te pierdas en la ciudad más romántica después de Venecia.